En las regiones suizas, el final del verano se celebra la llegada del Désalpe. Una tradición popular que festeja el descenso del ganado hacia los valles donde pasará el invierno. Una costumbre helvética que cada año tiene lugar a finales del mes de septiembre y que rinde homenaje a la cultura quesera suiza.

De los pastos alpinos a la mesa

El alpage es una práctica ancestral que consiste en subir el ganado en verano a más de 1.500 metros de altitud, donde se alimenta de hierbas silvestres y bebe agua de arroyos de deshielo. Allí mismo, en pequeñas queserías de montaña, se elaboran los exclusivos quesos d’alpage, joyas gastronómicas como Le Gruyère d’Alpage AOP y L’Etivaz AOP, que mantienen métodos de producción naturales y artesanos.

Con la llegada del otoño, las vacas emprenden el descenso hacia los valles para pasar el invierno. El trayecto se convierte en un desfile festivo: pastores vestidos con trajes tradicionales adornan a los animales con coronas de dalias, rododendros y crisantemos (llamadas tschäppl), cintas de colores y grandes cencerros que marcan el paso con su inconfundible sonido. A su llegada, los rebaños son recibidos entre vítores, mercados de artesanía, degustaciones gastronómicas, música con cuernos alpinos, yodel y lanzamientos de banderas.

Cada región, una celebración única

En el cantón de Friburgo, la fiesta de Désalpe de Charmey reúne a visitantes y locales en un entorno de postal. Allí, Le Gruyère d’Alpage AOP es el gran protagonista: su sabor, entre picante y afrutado, refleja la riqueza de la flora alpina y la calidad de la leche cruda utilizada. Solo 50 queserías, repartidas entre Friburgo, Vaud y Jura Bernois, lo elaboran cada año.

En la región de Étivaz, en los Alpes Vaudois, el próximo 28 de septiembre tendrá como protagonista a L’Etivaz AOP, un queso floral y único, elaborado exclusivamente con leche de vaca alimentada con pastos naturales.

La fiesta de Désalpe es un homenaje a la vida alpina, al saber hacer de generaciones de maestros queseros y a los sabores únicos que nacen de las montañas. Participar en ella es adentrarse en el alma de Suiza, dejarse envolver por el eco de los cencerros y saborear la autenticidad en cada bocado. Un viaje en el que cada paso, cada aroma y cada sabor cuentan la historia viva de los Alpes suizos.

Sumérgete en la Suiza más auténtica a través de sus tradiciones, de su cultura y de su gastronomía. Más información en quesosdesuiza.com y en nuestro perfil de Instagram @Quesosdesuiza.

Berna, Capital of Cheese 2025

Este año, por primera vez, la ciudad suiza de Berna se convierte en ‘Capital of Cheese 2025’, consolidando su reputación como tierra del queso gracias a su legado, su saber hacer en la producción artesanal y el cuidado del pasto.

En el mes de noviembre, la capital suiza será la anfitriona de los World Cheese Awards 2025, el certamen internacional con mayor reconocimiento de todo el continente que premia a los mejores quesos del mundo y que en esta edición, sumergirá a los visitantes en el fascinante mundo del queso suizo gracias al Swiss Fine Food Market y un variado programa de eventos.

Sobre Quesos de Suiza

Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede producirse con aditivos químicos.

Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y los forrajes.

La rigurosa normativa, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera. De esta manera, la denominación de origen suiza es garantía de un producto absolutamente natural.