Un acontecimiento que transforma los Alpes en un escenario vivo y vibrante de identidad gastronómica suiza.

En lo más alto de los Alpes suizos, la tradición sigue viva. Cada verano, la fiesta Inalpe rinde homenaje a una de las expresiones culturales más auténticas del país: el estilo de vida alpino. En esta celebración, pastores y productores de queso trasladan su ganado a los pastos de montaña, dando comienzo a una temporada que fusiona lo ancestral con lo contemporáneo. Una costumbre centenaria que define el alma de Suiza.

Este estilo de vida es también el reflejo de una herencia gastronómica única, donde el queso no es solo un alimento, sino el resultado de una manera de vivir transmitida de generación en generación. Un saber hacer que respeta el entorno, valora los recursos locales y representa un verdadero tesoro cultural suizo.

Las variedades más emblemáticas de Quesos de Suiza —Le Gruyère AOP, Emmentaler AOP, Appenzeller®, Tête de Moine AOP— actúan como embajadores de sus regiones. Cada pieza narra la historia de su territorio, garantizando la mejor calidad y un sabor inconfundible.

Una tradición que sube cada año a lo más alto 

Durante la Inalpe, las comunidades alpinas celebran la subida del ganado a los alpages (pastos de altura) con coloridas procesiones, trajes típicos, cantos tradicionales y el sonido inconfundible de las campanas resonando en los valles. Más allá de la festividad, este ritual simboliza una conexión profunda con el territorio, la tradición y la cultura quesera suiza. 

Turismo con alma: vivir la Inalpe en primera persona 

Cada vez más viajeros buscan experiencias auténticas que conecten con la esencia del lugar. La Inalpe ofrece la posibilidad de descubrir Suiza desde su raíz cultural: caminar junto al ganado, participar en ferias alpinas, disfrutar de conciertos de yodel o degustar quesos directamente de las manos de sus productores.

La experiencia no acaba con la subida. Durante todo el verano se organizan ferias, visitas a queserías y actividades familiares que invitan a sumergirse en una Suiza genuina, ancestral y llena de sabor. 

Berna, Capital of Cheese 2025 

Este año, por primera vez, la ciudad suiza de Berna se convierte en ‘Capital of Cheese 2025’, consolidando su reputación como tierra del queso gracias a su legado, su saber hacer en la producción artesanal y el cuidado del pasto. 

 En el mes de noviembre, la capital suiza será la anfitriona de los World Cheese Awards 2025, el certamen internacional con mayor reconocimiento de todo el continente que premia a los mejores quesos del mundo y que en esta edición, sumergirá a los visitantes en el fascinante mundo del queso suizo gracias al Swiss Fine Food Market y un variado programa de eventos. 

Sobre Quesos de Suiza 

Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede producirse con aditivos químicos. 

Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y los forrajes. 

La rigurosa normativa, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera. De esta manera, la denominación de origen suiza es garantía de un producto absolutamente natural.