Cada variedad de queso suizo tiene su carácter y su técnica de corte ideal, y un buen corte puede transformar una degustación en toda una experiencia gourmet.
Descubrir la mejor manera de cortar un queso no es solo una cuestión técnica: es un ritual que potencia aromas, texturas y sabores únicos. Desde el Le Gruyère AOP, firme y sin agujeros, hasta el Tête de Moine AOP, delicado y aromático, cada pieza de queso suizo exige un gesto preciso que permite apreciarla en toda su expresión.
Cortes según la variedad
Le Gruyère AOP y Emmentaler AOP
Estos quesos suizos, firmes y semiduros, se caracterizan por su sabor profundo y ligeramente afrutado (Le Gruyère) o suave y con agujeros característicos (Emmentaler). Se recomienda cortarlos en triángulos o cuñas, partiendo desde el centro hacia la corteza, para mantener uniformidad y facilitar la degustación. El cuchillo de puño es ideal para estos cortes, ya que permite manejar la pieza con firmeza y seguridad, evitando que se rompa y asegurando lonchas limpias que resaltan su textura y aroma en cada bocado.
Appenzeller®
Con un sabor intenso y especiado que lo hace único, el Appenzeller® se disfruta mejor cortado en láminas finas o cubos, ideales para tablas de queso o incorporarlo en recetas que requieran un toque aromático. Un cuchillo de hoja flexible permite obtener cortes precisos y regulares, respetando la consistencia del queso y liberando su característico aroma especiado al contacto con el aire.
Tête de Moine AOP
Delicado y aromático, este queso se corta tradicionalmente con la girolle, que lo transforma en finas flores que se despliegan con gracia. Este corte no solo es estético, sino que potencia su aroma y sabor, ofreciendo un bocado ligero y fragante, ideal para degustar en reuniones o como parte de una tabla elegante. La girolle permite controlar el grosor de las flores, liberando gradualmente el bouquet de notas lácteas y florales que caracterizan al Tête de Moine.
L’Etivaz AOP
Queso de montaña, firme y con notas tostadas que recuerdan a la leche de los pastos alpinos. Se disfruta mejor cortándolo en cuñas o láminas gruesas, que permiten apreciar su textura compacta y su sabor intenso. Es perfecto para acompañar pan artesanal, frutos secos o fruta fresca, y cada corte revela matices únicos derivados de su elaboración artesanal a fuego de leña en los alpages suizos.
Utensilios que marcan la diferencia
Contar con los cuchillos adecuados, tablas de madera y la girolle para Tête de Moine AOP asegura una experiencia completa. Cortar un queso correctamente no solo es un gesto técnico, sino también un homenaje a la tradición quesera suiza y a la dedicación de generaciones de maestros queseros.
Atrévete a probar cada técnica y descubre cómo un simple corte puede transformar tu experiencia con los quesos suizos.