En la mesa de Navidad perfecta, cuando el menú se viste de gala, no puede faltar un aperitivo a la altura. Junto a foie, mariscos e ibéricos, una opción diferente e infalible es una selección de quesos gourmet, que den un toque extra de sabor. Una tabla compuesta por quesos suizos, 100 % artesanos, sin gluten ni lactosa, representa un entrante perfecto.
Gustarán a toda la familia. Por ejemplo, las flores de Tête de Moine AOP, el queso que se corta en forma de flor, embellecen cualquier plato. Su aroma es intenso y único, y su sabor competirá con el de Le Gruyère AOP, el auténtico suizo que se elabora desde hace más de 900 años según una receta tradicional, transmitida de generación en generación. Es perfecto para servirse también en crudo, en el aperitivo o acompañando a los principales. Por ejemplo, como guarnición del pavo.
Appenzeller® y Emmentaler AOP completarán la propuesta de origen, excelencia y artesanía para los más queseros: el primero, especiado y aromático, y el segundo, el conocido gigante con agujeros, con un peculiar aroma a nuez, triunfarán en los postres, como preámbulo de los dulces.