Cada producto alimenticio tiene requisitos diferentes para su almacenamiento ideal. La nevera es el lugar ideal para almacenar queso: Debido a las bajas temperaturas, el metabolismo celular se ralentiza y los microorganismos contenidos se multiplican más lentamente. De esa manera, el queso permanece comestible durante más tiempo y no se estropea tan rápidamente como a temperatura ambiente. Es importante que el queso esté bien empaquetado, cada pieza individualmente y con el papel adecuado.