Seguimos en la bodega de maduración: la maduración del queso es todo el proceso enzimático que tiene lugar en el queso. La proteína fresca, más bien insípida, se convierte en un queso suave, sabroso y con muchos rasgos característicos.
La maduración de los quesos conduce a cambios ópticos, químicos y microbiológicos en el queso:
- los visualmente reconocibles son la formación de una corteza externa, los agujeros en el interior ((caja de información)), una masa lisa y sus cambios de color.
- Los procesos bioquímicos hacen que la proteína se descomponga hasta el nivel de aminoácidos, lo cual provoca un cambio en la textura de la masa con una mejor digestibilidad.
- Las influencias microbiológicas y los diferentes métodos de fabricación pueden influir en la formación de agujeros.
La maduración varía de unos pocos días a varios meses o años. Durante este tiempo, la masa de queso se convierte en una masa firme. El período de maduración depende de la variedad y el tamaño del queso y se define en las especificaciones de requisitos y en la normativa del mercado.
La maduración del queso también se conoce como afinamiento. El afinador le da el toque final al queso durante la maduración y lo pone a la venta solo cuando está en su punto óptimo de maduración. Determinar esto requiere conocimientos especiales. Con tratamientos adicionales como el mosto, el vino blanco, una salmuera especial de hierbas, etc., el aroma de un queso también puede alterarse en esta fase.