Las flores del queso suizo Tête de Moine AOP dan la bienvenida a las fiestas de primavera
Las flores del queso suizo Tête de Moine AOP dan la bienvenida a las fiestas de primavera

Barcelona, abril de 2022.- El queso Tête de Moine AOP te ofrece una sabrosa excusa para disfrutar de las mejores fiestas de abril y mayo. Su corte en forma de flor hace honor al espectáculo del campo en su mayor apogeo y entronca con la tradición floral de estas fechas. El más estético de los quesos suizosse raspa en forma de finas flores, con un utensilio llamado girolle que consigue liberar todas sus propiedades organolépticas, convirtiendo cada bocado en un auténtico placer, también aromático. Al igual que la primavera.
Muchas ciudades se rinden al renacer botánico tras el invierno. Barcelona por la fiesta de Sant Jordi -23 de abril- se llena de libros y rosas. ¿Por qué no sorprender en una comida familiar con unas rosas de este queso suizo?
Del 3 al 15 de mayo, Córdoba estalla con el espectáculo de Los Patios, otro patrimonio cultural español que atrae a entusiastas de todo el mundo por su colorido ambiente. En esta fiesta, la gastronomía cordobesa destaca por su exquisito rabo de toro, las ollas cordobesas, los flamenquines o el salmorejo. Este último plato puede combinar y complementarse muy bien con el Tête de Moine AOP, gracias a la acidez y frescor del tomate que contrasta con la intensidad de sabor del queso suizo. ¿Te atreves a experimentar?
Cuando terminan Los Patios empieza la fiesta más castiza de Madrid: San Isidro, que se celebra el 15 de mayo. Además de las actividades religiosas, muchos madrileños se juntan para la tradicional limonada con las tradicionales rosquillas del Santo en las praderas de San Isidro o en las casas. El dulzor de estas rosquillas “tontas”, “listas”, “de Santa Clara” y “francesas” puede ayudar a potenciar mucho más el sabor salado, ácido e intenso de las flores del Tête de Moine AOP. En cuanto a la bebida, la más popular de esta fiesta es la limonada madrileña, con vino, limón, azúcar y fruta troceada que, gracias al frescor y dulzor de ésta combina a la perfección con el queso suizo.
Conoce mejor a Tête de Moine AOP
Originario de la región del Jura, los monjes del monasterio de Bellelay lo elaboraban minuciosamente ya desde el siglo XII. De ahí su nombre, Tête de Moine (cabeza de monje), por la similitud entre el queso, una vez abierta la corteza superior, con la coronilla afeitada de los monjes.
En la actualidad, su sabor puro obedece a las manos de maestros queseros que lo producen en menos de 10 queserías de aldea de las zonas de montaña de las regiones de Franches Montagnes, Porrentruy, Moutier y Courtelary.